Resumen
En los últimos diez años, el mundo ha asistido a una sucesión de epidemias de enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, entre ellas, las producidas por el virus de la gripe aviar (H7N9), el virus de la gripe porcina (H1N1), el coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), el virus del Ébola, el virus de Zika, el virus del Dengue y la bacteria Yersinia pestis. Todas ellas presentaron altas tasas de morbimortalidad, además de importantes consecuencias en la producción ganadera, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia y el turismo, entre otras. A estas epidemias y pandemias debe sumarse un problema creciente de salud pública de gran impacto, proyectado en un futuro cercano, con respecto a la morbilidad y la mortalidad: la resistencia antimicrobiana.
